Un país demediado


El pasado 16, Antonio Caño, antiguo director de El País, publicó en ese periódico un artículo que reproduzcoo parcialmente:


" … El fracaso del proyecto que nació en España con la Constitución de 1978 es ya inocultable; cuanto antes lo admitamos, más opciones tendremos de encontrar una solución, si es que existe, porque los enemigos declarados de ese proyecto -sea cual sea su situación en las urnas- están a punto de triunfar, o han triunfado ya en alguna medida con este páramo de odio sectario, mezquindad y hastío en el que han convertido nuestro país. La política es un cenagal en el que se revuelcan personajes mediocres que ignoran el interés general en beneficio de sus ambiciones personales y ocurrencias tácticas, como demuestra la reciente decisión de Pablo Iglesias. El Gobierno no gobierna o desgobierna, no existe una oposición merecedora de ese nombre, el modelo autonómico se ha convertido en una fuente generadora de agravios comparativos y conflictos, además de ser un vivero de caciques locales, los partidos políticos -unos más que otros- son meros instrumentos al servicio de sus líderes o de las necesidades del marketing. Algunos ven como único consuelo institucional la dignidad del Rey defendiendo la Monarquía constitucional frente a su propia familia y contra una amalgama de republicanos de salón incómodos, no con la Corona, sino con la democracia.

De ahí para abajo, ¿qué se puede encontrar? Nuestra economía se desmorona sin que a nadie parezca importarle gran cosa, irresponsablemente confiados, como estamos, en que Europa se ocupará. La mentira se ha instalado como un recurso rutinario en el debate político, sin ningún tipo de sanción mediática ni social. La demagogia ha alcanzado tales proporciones que ya la toleramos con medias sonrisas. Se prometen leyes que ya están aprobadas, se arrastra a los jóvenes a que libren luchas que se ganaron hace décadas, se inventa el pasado, se manipula la historia. Los medios de comunicación, inundados de declaraciones y debates estériles, son incapaces de ofrecer resistencia a la grosera falsificación que se nos presenta cada día.


¿Qué queda del proyecto con el que se inició nuestra democracia? Apenas nada nos une. Ni siquiera nuestro idioma, que parecía hasta hace poco un valor intangible y neutral, está hoy fuera del conflicto ideológico. No digamos nuestra historia. No hay nada en nuestro pasado, desde los Reyes Católicos hasta la Transición, que no haya sido tergiversado por este adanismo cultural que se ha impuesto. No tardará el día en que propongan quitar el nombre del Instituto Cervantes para buscar una figura supuestamente más inclusiva, alguien que represente mejor a todos los idiomas de España, que cada día son más. Nuestra principal fuente de conocimiento, la Universidad, está en manos de un ministro; con eso está dicho todo.


Por su parte, Rosa Díez publicó ayer un artículo que también reproduzco a continuación:


 … Un país que sigue entretenido con el show televisivo mientras al Gobierno le “desaparecen” decenas de miles de vacunas y que sitúa a España a la cola de los países europeos en número de personas vacunadas es un país que está tocando fondo.


Un país en el que la ministra de Igualdad, cuyo partido ha sido financiado por Irán, se atreve a decir en sede parlamentaria que “Madrid no es un lugar seguro para las mujeres” es un país que está tocando fondo. Y lo dice ella que vive con un tipo -que es Vicepresidente del Gobierno y su jefe político- que reconoció haberle sustraído la tarjeta del  teléfono a una mujer adulta que trabajaba para él  para “protegerla” …


Un país en el que el alcalde socialista de Palma de Mallorca ha quitado las calles dedicadas a los Almirantes Churruca y Gravina, los dos héroes de Trafalgar o la del Almirante Cervera, que luchó en la Guerra de Cuba por … ¡franquistas!,  y no pasa nada, es un país que está tocando fondo. 


Un país que lleva prácticamente un año sin que la acción del Gobierno sea tutelada de manera efectiva por el Congreso de los Diputados es un país que está tocando fondo. 


Un país en el que desde la sede de la Presidencia del Gobierno se organizan mociones de censura para desestabilizar los gobiernos regionales mientras cada día suma miles de infectados y centenares de muertos por el COVID-19 es un país que está tocando fondo.


No hay derecho. No hay derecho a que haya millones de españoles literalmente abandonados  por el Gobierno de la Nación mientras la izquierda institucional utiliza el código de comunicación del reality show para emitir sus mensajes políticos, para mercadear con los sentimientos y las emociones, para sustituir la política por el espectáculo.



No hay derecho  a que los mayores corruptos y corruptores -terroristas y golpistas- sean encumbrados a la categoría de hombres de Estado por un Gobierno que quiere expulsar de la escena política a partidos democráticos y a personas libres que no se someten a su jerarquía sectaria y que no aceptan la supremacía moral de esta izquierda que ha decidido romper la convivencia entre españoles para reinar sobre las ruinas de España.


Nada de lo que está ocurriendo en España es producto de la casualidad; todo obedece a un plan de Sánchez y sus acólitos para demoler la democracia, para que los mecanismos de control sean sustituidos por el espectáculo, para que la justicia sea dictada desde un plató de televisión, para que la propaganda sustituya a la información, para que el circo sustituya a la política. No hay “error”, hay estrategia.  


Podemos seguir mirando hacia otra parte, podemos pensar que no es para tanto, podemos engañarnos a nosotros mismos pensando que ya pasar… pero esto se hunde. O nos revelamos (sic) ya… o pronto será demasiado tarde."


Es difícil no estar de acuerdo con todo lo anterior. Por eso no debe extrañar que por parte de Génova se esté boicoteando la campaña de Isabel Ayuso mediante intervenciones extemporáneas e insinuaciones fuera de lugar. Hemos tocado fondo y sólo es cuestión de tiempo que media España se enfrente con la otra media. Ojalá me equivoque.

Comentarios

  1. Magnífica selección de artículos y declaraciones, D. Melitón. Por contra de Ud. pienso que el sumiso populacho hablará y terminará con tanta “corrección” impostada. Las barricadas mentales ya están levantadas. Primero: Ayuso... luego compondremos los escombros del resto del terruño y nos volveremos a situar en el lugar que por historia y esfuerzo nos hemos ganado. Ud es un ejemplo a seguir. Amén

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  2. La Constitución sirve, pero la debilidad en su respeto y la blandenguería de interpretaciones judiciales motivan tanto desatino; lo natural es lo natural y no lo contranatura, con cuantas acepciones queramos.
    Todo se tolera, y así no puede ser.

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