Una proposición de ley inquietante

El pasado mes de enero, el PNV presentó una proposición de ley para modificar la Ley orgánica del Tribunal constitucional con el fin de suprimir el recurso previo de inconstitucionalidad de los estatutos de autonomía introducido en 2015 en un Título VI Bis añadido por LO 12/2015, de 22 de septiembre para evitar que un estatuto pudiese entrar en vigor antes de que el tribunal se pronunciará sobre su constitucionalidad. Las enmiendas a la totalidad presentadas por PP y Vox han sido rechazadas, de manera que hay que suponer que ese gobierno enfeudado a los partidos nacionalistas y separatistas no tendrá el menor inconveniente en dejar indefenso al Estado con tal de asegurarse la permanencia en el poder. Una más de las fechorías que el felón de la Moncloa está dispuesto a perpetrar con tal de mantenerse en el sillón.

El tema no es menor, porque significa que estatutos claramente inconstitucionales puedan entrar en vigor hasta que el tribunal constitucional los declare contrarios a la Constitución dos o tres años más tarde. Otra dádiva que el okupa de la Moncloa dejará al país antes de abandonar el gobierno y sumirse en la ciénaga de la historia de la ignominia de nuestro país.

Visto lo anterior, no sé a qué espera la oposición para retraerse y abandonar las instrucciones porque, de lo contrario, será cómplice obligado del despiece de un sistema constitucional que lidera un partido que cuenta con 120 de los 350 escaños que componen el Congreso y gobierna gracias al apoyo de quienes lo rechazan.