Remodelación

Siendo una pésima noticia, hay aspectos de la remodelación del gobierno de Su inane Sanchidad que me alegran enormemente. En primer lugar, el cambio de portavoza, que implica no tener que volver a padecer el acento imposible y las inverosímiles tontadas semanales de la parpayuela andaluza. En segundo lugar, la salida de la Calva de Cabra, una indocta capaz de afirmar que España lleva padeciendo doscientos años de fascismo. En tercer lugar, la salida de la nekane vascongada de Exteriores, aunque quien la reemplaza competirá con ella en buena lid en irrelevancia y sectarismo. Por último, es buena noticia la salida de ese chulo de toriles frustrado que ha superado a su jefe en mendacidad en más de una ocasión, lo que tiene muchísimo mérito.

Es una pésima noticia porque, como ha señalado Federico Jiménez Losantos, no se trata de un cambio de gobierno sino de un gobierno para el cambio de régimen que puso en marcha SIS hace dos años. Se refuerzan los mandiles, se mantiene a una ministra de trabajo comunista y, tal vez como castigo sutil a Unidas Podemos, se mantiene al anticárnico analfabeto.

Nihil novum sub solem, aunque la degradación de Iceta a ministro de una cartera carente de competencias pueda ser significativa.

Habrá que ver si la oposición está a la altura de lo que de ella debería esperarse, cosa que me permito dudar visto lo visto hasta ahora. Repito por enésima vez la máxima de Lord Acton según la cual los países no tienen los gobiernos que se merecen, sino los que su oposición se merece.