En la irrelevancia
Hace ya tiempo que el gobierno de los Estados Unidos viene ninguneando al español hasta extremos de bochorno. El boletín de la Casa Blanca definió a Pedro Sánchez como un tipo desconocido (an unknown fellow) cuando el felón de la Moncloa trató de forzar una conversación con Biden en un pasillo. Ahora los Estados Unidos no han incluido a España en su lista de 26 países que han colaborado en la evacuación de Afganistán.
Es evidente que el peso de España en el seno de la comunidad internacional se ha desplomado desde que tomó posesión ese gobierno socialcomunista, lo que no es de extrañar si se tiene en cuenta la ínfima talla y el máximo sectarismo de la anterior titular de Exteriores, el zascandileo constante del Zapatero con lo peor de cada régimen político hispanoamericano y las andanzas de Ábalos con Delcy Rodríguez en Barajas, por no mencionar el escandaloso episodio de los subsidios a la compañía aérea plus Ultra por su "importancia estratégica".
Si quedaba alguna duda de la insignificancia de la actual Unión Europea, el obsceno espectáculo del Presidente del Consejo y de la Presidenta de la Comisión apoyando el acto propagandístico de Pedro Sánchez en Torrejón debe haberla despejado. Se necesita ser muy sinvergüenza para no interrumpir las vacaciones en mitad de una crisis como la de Afganistán para sacar pecho una vez concluida y ofrecer acoger no ya a los colaboradores afganos de España sino a todos los del universo mundo en el país antaño próspero que hoy puede presumir de colas del hambre.
Todo lo anterior puede explicar en parte la actitud estadounidense, pero sólo en parte, porque tal vez las autoridades estadounidenses tengan conocimiento de financiación a la izquierda española actual y pasada por parte del narcotráfico. Recuérdense las andanzas de Morodo en Venezuela y la venta fraudulenta de material bélico a aquel país por José Bono. Se trata, por ahora, de una simple hipótesis que el tiempo se encargará de confirmar o desmentir, pero vista la altura moral de quienes desgobiernan España y la degradan en todos los órdenes, no parece en principio descabellada. El tiempo lo dirá.
Se ve que las esperanzas puestas en el relevo del malvado Trump por San Biden se han visto defraudadas.
ResponderEliminarQué paletos son y en qué agujero nos han metido!
Melitón, con tu acreditado talante abierto y liberal, en el mejor y original sentido de la palabra, compartes con nosotros tus lectores una crítica a este escrito tuyo de un viejo amigo( por cierto de tono un tanto áspero para una vieja amistad). Ello te honra.
ResponderEliminarEn cuanto al contenido de la crítica, querría sólo hacer algún comentario:
Si nuestro operativo de evacuación ha sido bueno y, pese a ello, no se nos cita en los agradecimientos, ello no hace sino reforzar tu argumentación sobre nuestra irrelevancia internacional.
Podrías, como no, elogiar a nuestro compañero Gabriel Ferran, que , junto con su Secretaria de Embajada, han tenido un comportamiento ejemplar, que nos enorgullece. Pero el hecho es que es el que reclama el deber y el normal. Lo noticiable hubiera sido que hubieran salido corriendo los primeros. Nuestra Carrera, como la militar y la marina, exige que el Jefe sea el último en abandonar la Embajada, la posición o el barco. Lo triste es que hoy día esto parezca extraordinario
Respecto a lo que pueda decir la baronesa( no Frau) von (no van) der Leyen y el igualmente desprestigiado Michel, corramos un tupido velo, como corresponde a una borrelliana UE casi tan extinta en el concierto internacional como la finiquitada OTAN.
Finalmente hoy Biden ha llamado a Sánchez, llamada “ histórica “, y “han acordado” el uso de Rota y Moron para acoger refugiados( OTAN no, Bases fuera, verdad Belarra?)
Mi razón está a tu lado y es en base a la información disponible. Desgraciadamente allí han desaparecido las instituciones: todas.
ResponderEliminarNadie puede enorgullecerse del deber cumplido porque no se ha cumplido. Dejémonos de tonterías y asumamos la realidad.