Menores en Ceuta

Dijo Joaquín Leguina en cierta ocasión que el mejor negocio que podía abrirse en España era una fábrica de papel de fumar porque tendría garantizado millones de compradores no necesariamente fumadores. Me lo ha recordado el embrollo jurídico suscitado en Ceuta por la devolución a su país y sus familias de menores que invadieron territorio español engañados por sus autoridades con el señuelo de un partido de fútbol en que supuestamente intervendría Cristiano Ronaldo. Fiscalía, ONGs y demás entidades biempensantes de las que no faltan nunca pero sobran todas han puesto el grito en el cielo ante la falta de garantías de quienes invadieron nuestro territorio.

La Exposición de Motivos del Convenio entre el Reino de España y el Reino de Marruecos sobre Asistencia judicial, Reconocimiento y Ejecución de Resoluciones judiciales en materia de Derecho de Custodia y Derecho de Visita y Devolución de Menores, firmado en Madrid el 30 de mayo de 1997, reza así:

"El Reino de España y el Reino de Marruecos, deseosos de reforzar las relaciones de cooperación entre ambos Estados, con la finalidad de asegurar una mejor protección de los menores,

Y convencidos de que es conveniente para los menores que no sean desplazados ni retenidos ilegalmente y mantener relaciones armoniosas y regulares con sus padres,

Han convenido en lo siguiente: ..." Lo que me hace sospechar que no es aplicable a la situación planteada en Ceuta con la invasión de nuestro territorio, aunque puedo estar equivocado. Sí lo sería, tratándose de menores senegaleses el Acuerdo entre la República de Senegal y el Reino de España sobre Cooperación en el Ámbito de la Prevención de la Emigración de Menores de Edad senegaleses no acompañados, su Protección, Repatriación y Reinserción, hecho "ad referendum" en Dakar el 5 de diciembre de 2006.

Tal vez el problema de los menores no acompañados se terminaría si a dichos menores se les ocupara ocho horas al día de lunes a viernes en trabajos o estudios y en visitas culturales los fines de semana en lugar de dejarlos pastar a su libre albedrío. Otra solución consistiría en concederles un sueldo hasta su mayoría de edad con la condición de que regresaran a sus países de origen, pero me dirán que no dé ideas.