Funcionario invisible


Ayer me ocurrió algo que jamás hubiera pensado pudiera ocurrirme y que más de un lector sin duda pondrá en duda comprensiblemente pero sin razón.


Leí que iba a ser nombrado embajador en una capital importante una persona llamada X. Y. Como no me sonaba el nombre, busqué en Internet y aprendí que, contra lo que yo creía, se trataba de un diplomático de carrera. Vi algunas fotografías suyas que tampoco me evocaron ningún recuerdo.  Se lo comenté a un amigo y compañero que me dijo que le llamaba mucho la atención lo que le estaba contando porque  X. Y. coincidió conmigo (o yo con él) durante más de dos años en la década de los noventa del siglo pasado en una embajada no menos importante. Traté de desmentirlo, pero mi compañero me instó a verificarlo en el extracto de hojas de servicio que suministra el Ministerio. Así lo hice y constaté que era cierto lo que me había dicho. Acto seguido, pregunté a mi mujer si recordaba a X. Y. y, para asombro mío, me contestó "sí; un hombre gris". No contento con esto consulté con una funcionaria que había coincidido conmigo en la mencionada embajada: se limitó a confirmármelo y a decirme prácticamente lo mismo que me había dicho mi mujer: "un hombre afable pero muy gris".


Sigo sin entender cómo es posible que no tenga el más mínimo recuerdo, ni bueno ni malo, de un compañero de Carrera con el que coincidí en reuniones y actos sociales por espacio de más de dos años, sobre todo teniendo en cuenta que mi memoria todavía no es del todo mala.


El caso me inquieta, pero lo que más me preocupa es que semejante funcionario diplomático vaya a ser nombrado embajador en una importante capital; si deja en ella la misma huella que dejó en mi memoria, la diplomacia española seguirá perdiendo peso en la escena internacional, lo que no es de extrañar si se tiene en cuenta que quien preside el Gobierno de España es un individuo inane que, como es natural, se rodea de de colaboradores flabelíferos tanto o más inanes que él.


Comentarios

  1. D. Melitón: una de las características de los inanes es rodearse de esbirros. Eche una ojeada a la interminable nómina gubernamental y encuentre personajes con personalidad propia. Hay premio

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