Lo del Pollo Carvajal

Como no soy consumidor de ese papel de fumar tan grato a muchos de mis compatriotas (por no decir sinpatriotas), me permito comunicar lo siguiente sine ira et studio:

El pasado 17 de junio, la DEA informó al Cuerpo Nacional de Policía de España del paradero del Pollo Carvajal en Madrid, alertando de que se encontraba viviendo "en un departamento de la zona de Arturo Soria" junto a la ciudadana venezolana Carolina Viloria. Se sabe que utiliza pelucas, bigotes, barbas y disfraces para pasar desapercibido y que se ha hecho cirugía plástica para ocultar su aspecto físico".

Me llama mucho la atención que hayan pasado casi tres meses desde entonces y que, precisamente ayer y no antes, se produjera la detención del traficante y antiguo director de la contrainteligencia militar venezolana. A veces las veleidades de un chapero irrelevante y falaz y las reacciones de un ministro imprudente y no menos falaz son susceptibles de operar este tipo de milagros.

No parece que se trate de una noticia que haya alegrado a este gobierno socialcomunista impresentable y contradictorio que nos arruina lenta pero persistentemente porque, teniendo en cuenta el lapso de tiempo entre la notificación de la DEA y la fecha de la detención, tal vez pueda aventurarse que se ha ganado a pulso la animadversión decidida de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, algo plausible que, de ser cierto, pondría plazo a su estrepitosa pero felicísima caída.

Hay que suponer que el Pollo estará en condiciones de cantar la gallina (!) y revelar cómo el narcotráfico venezolano ha venido financiando a uno, dos o los dos partidos gobernantes desde los tiempos felices de Raúl Morodo, José Bono y Pablo Iglesias, lo que no parece ser una buena noticia ni para Su Inane Sanchidad ni para Su No Menos Inane Zapateridad ni para el Macho Alfa descoletado de la Izquierda. El tiempo lo dirá. Yo sólo digo lo que digo.