El sainete catalán

Según el diccionario de la Real Academia, en su tercera acepción, un sainete es "una situación o acontecimiento grotesco o ridículo y a veces tragicómico.

De ser así, lo de Cataluña empieza a adquirir tintes tan grotescos y ridículos como los de empeñarse en lo que se sabe inviable, algo que sólo puede considerarse como un chiste malo de los que preguntar cómo se saluda un jaguar a otro: "How Are You". Pero el hecho es que sigue habiendo una serie de payasos de la política empeñados en posibilitar lo imposible y en tratar de impugnar aquello de Rafael Guerra de que "lo que no puede ser no puede ser y además es imposible" empieza a resultar patético.

Ahora bien, dicho lo anterior, lo grave no es ese empeño inútil y estéril. Lo grave es que el Estado español o lo que queda de Él no deje claro de una vez por todas lo que es imposible, siquiera porque en el caso improbable de que se les permitiera llevar a cabo un referéndum de autodeterminación -que es muy improbable que ganaran- bastaría el veto del Estado español para que no pudieran ingresar en la Unión Europea y se convirtieran en un estado fallido, quebrado e inviable.

Creo que ya es hora de que el gobierno español reaccione. como lo hizo el de Canadá en su día, promulgando una ley de claridad susceptible de acabar de una vez por todas con esos delirios nacionalistas e independentistas. Si eso no se hace es por conveniencia política de gobernantes inicuos que anteponen los intereses partidistas a los de la Nación y acabarán pagando por ello, más pronto o más tarde.

Si la política es el arte de lo posible ¿Qué pensar de quienes aspiran a los imposible? Puede uno estar tentado a pensar que son simplemente imbéciles o considerar que se limitan a aspirar a un modus vivendi la mar de rentable mientras se les permita y ahí está el quid de la cuestión.