Feijóo, Ayuso, Ana Pastor

Si el Partido popular acaba optando por la alternativa Feijóo hay que esperar que tenga la sagacidad suficiente para percatarse de que, le guste o no, sin Vox no habrá paraíso para su formación, siquiera porque la de Santiago Abascal le va a resultar imprescindible para gobernar tanto en la comunidades autónomas como en la Nación, una obviedad que el equipo mal dirigido por Casado se empecinó en ignorar en un ejercicio de miopía política impropia de políticos mínimamente solventes.

La elección del político gallego para tratar de recomponer el desaguisado en el que chapotea hoy su partido desde luego mejorará la situación caótica bajo mínimos en la que se encuentra, pero tengo dudas sobre la idoneidad de su elección, básicamente porque no tiene la menor afinidad política ni personal con quién es hoy por hoy el mayor activo electoral del Partido popular y eso no augura nada bueno ni para ese partido ni para Isabel Díaz Ayuso.

En este sentido, coincido por una vez y aunque sirva de precedente con Salvador Sostres, quien ha publicado hoy un artículo en ABC en el que ha insertado algunas perlas que creo que deben ser tenidas en cuenta: "Feijóo es la otra cara de la moneda de lo que hace Isabel Díaz Ayuso. Es lo contrario del coraje de la libertad que la presidenta encarna. Feijóo es carcundia y corrección política. Si Isabel Díaz Ayuso fuera la nueva líder del partido y la candidata contra Pedro Sánchez sería el momento político español más emocionante desde la primera victoria de Felipe González".

Esta vez me resulta difícil estar en desacuerdo con el errático periodista catalán, cuyas salidas de pata de banco son proverbiales. Tal vez la figura de Ana Pastor hubiera proporcionado más esperanzas de objetividad y una finezza menos jaleada pero más discreta y, sobre todo, mucho más eficaz.