De faisanes y demás

Melitón Cardona

Ha dicho D. Alfredo Pérez Rub-al-Khaba en Radio Nacional que sin él no habría caso faisán y ha dicho bien, porque no es plausible que tres policías decidieran actuar por su cuenta y riesgo para proteger a los integrantes de una banda terrorista de una inminente detención sin recibir órdenes (y garantías) de sus superiores. Ya explicó Ambrose Bierce que la policía es "una fuerza armada para la protección ... y la participación".

Uno de los problemas de nuestros maquiavelos de provincia es que no han leído a Maquiavelo. Y así nos va. Para colmo, tampoco han leído a Max Weber y por eso se permiten tolerar que una banda de asesinos ponga en jaque el monopolio legítimo de la violencia, que es el rasgo definitorio de la soberanía del Estado. Y así nos va.

He aquí, por cierto, que la Hannah Arendt de Huesca (Ruiz Quintano dixit) ha confesado que le parecería lamentable que el Barça promocionara el turismo español. La señora Ferrusola, alias "aixó es una dona", declara ser miembra de un ménage â trois inofensivo en el que el tercer miembro es Catalunya, un socio que tiene la ventaja de preñar sólo de necedad, que es gestación la mar de soportable. Claro que poco puede esperarse de quien declara que su vino favorito es ... el Matheus Rosé portugués. ¡por el amor de Dios! ¡Qué querencia tan poco catalanista y, más que nada, qué mal gusto de clase media chusca, espesa y municipal! En su descargo, debo decir que no preside ninguna organización dedicada a la defensa de ninguna denominación de origen. Cuando no salta en paracaídas, se limita a presidir otras veinte, entre ellas la de los Enfermos de Agorafobia (no es broma maliciosa mía, sino verdad de la buena).

Para acabar de centrar la cuestión, resulta que una letrada vasca llamada Arancha Zulueta va a pasar esta noche y tal vez muchas más, si no media Rub-al-Khaba, en las confortables instalaciones de la prisión de Soto del Real. Total, por un quítame allá estas pajas. Sólo recibía instrucciones de ETA, almacenaba el emplazamiento de sus zulos y dirigía una "tela de araña" destinada a captar asesinos patrióticos potenciales. Me pregunto cuánto tardará el Colegio de Abogados al que pertenece en suspender su colegiación y me respondo que tal vez años, porque, como dice Joaquín Leguina, el mejor negocio que hoy puede montarse en España es una fábrica de papel de fumar. Y hablando de fumar, en mi muy selecto club madrileño se ha prohibido fumar. A ver si alguien arregla estas anomalías graves, la mayor de las cuales es la identificación gratuita de la víctima con su verdugo; sobre todo, teniendo en cuenta que Madrid, a pesar de Gallardón, no es Estocolmo, gracias a Dios.