La batalla de Madrid

El producto interior de la comunidad autónoma de Madrid ascendió a 240.130 millones de euros en 2019, el 21,5 por ciento del total español, 3.316 más que el de Cataluña, que tiene un millón más de habitantes. Junto con la del País Vasco es la de menor presión fiscal de España. También es la más solidaria con el resto del país y una de las seis que junto con Cataluña, Navarra, Baleares, País Vasco y La Rioja aportan al Fondo de compensación interterritorial,. Su aportación triplica a la de Cataluña e ingresa más que ésta por IRPF pese a tener tipos más bajos. La Comunidad de Madrid también ha batido su récord de solidaridad con la caja común del sistema de financiación autonómica tras una revisión al alza comunicada por el Ministerio de Hacienda en las entregas a cuenta para 2020. En total, Madrid deberá aportar al llamado Fondo de Garantía de Servicios Públicos Fundamentales (FGSPF), considerado clave para la solidaridad del sistema, un total de 3.919 millones, la cantidad más alta nunca entregada; supera con mucho a la de la siguiente contribuyente, que es Cataluña con 1.579 millones. Sólo hay otra comunidad que contribuye, que es Baleares con 345 millones. El resto son receptoras de este fondo, encabezadas por Andalucía con 4.890 millones y Canarias, con 2.995. Madrid es la única región española que está entre las cien más competitivas de la Unión Europea y acapara nada menos que el 75 por ciento de la inversión extranjera en España: por algo será.

Lo anterior está en peligro si el Partido popular no consigue formar gobierno tras las elecciones del próximo 4 de mayo. Todas las encuestas auguran a ese partido un aumento de escaños muy sustancial, pero ninguna le pronostica mayoría absoluta y son escasas las que prevén que la alcance con el apoyo de Vox. Pues bien, en estas circunstancias ayer Génova se descolgó con un anuncio según el cual "sería una locura gobernar con Vox" adelantando que "Casado se implicará de lleno en la contienda madrileña protagonizando actos sectoriales". Ya advirtió Adenauer que "en la política hay adversarios y correligionarios: estos últimos son los más peligrosos." Es obvio que lo mejor que podría hacer el todavía líder del partido popular es estarse calladito y dejar a la candidata Ayuso llevar a cabo su campaña sin las meteduras de pata que son de prever si Génova interfiere en ella. Es evidente que un triunfo arrollador de Ayuso pondría en cuestión, a medio o largo plazo, el liderazgo de Casado y sus Teodoros, por lo de su patética insignificancia y mediocridad cabe esperar, por desgracia, cualquier cosa.

El envite es de la máxima trascendencia porque la prosperidad de Madrid decaería sustancialmente si una alianza Frankestein consigue desalojar a la señora Díaz Ayuso del gobierno de la Comunidad de Madrid, porque, en efecto, se trata de elegir entre comunismo y libertad.