Albares en Exteriores

Me pide un amigo que opine "sobre la llegada de Albares a Exteriores" y voy a complacerle.

El Ministerio de Asuntos Exteriores era un ministerio serio hasta que el PSOE ganó sus primera elecciones generales. Entonces, un diez por ciento de los miembros de la Carrera se afiliaron al PSOE como por arte de magia: los había de derechas, de centro, de izquierdas, falangistas de pistola y correaje e incluso maoístas arrepentidos. Todos sin excepción prosperaron y en una carrera jerárquica como la diplomática se empezó a ver lo nunca visto antes: secretarios de embajada nombrados embajadores (!), directores generales que tuvieron a sus órdenes a funcionarios diplomáticos que les llevaban centenares de puestos en el escalafón e incluso altos cargos reclutados en las filas del partido sin la menos conexión con el oficio. Un buen amigo mío, militar de alta graduación, me manifestaba ayer su estupor ante la posibilidad legal de que un diplomático de carrera se afilie a un partido político pues, en su ingenuidad, pensaba que lo tenía vedado; no tenía en cuenta de que España es diferente y hay magistrados "progresistas" y "conservadores" e incluso analfabetos funcionales en el Consejo de Ministros.

No conozco a José Manuel Albares; tiene fama de sectario pero, hasta ahora, los nombramientos que ha llevado a cabo no responden a esa fama y no están rigiéndose por ese mecanismo perverso de la llamada igualdad de género. Es pronto para aventurarse a un juicio sobre su hasta ahora inédita labor. Sí quiero destacar que es Consejero de Embajada en una Carrera en la que tiene por encima tres categorías de Ministro plenipotenciario y una de Embajador, lo que equivaldría a que en las Fuerzas Armadas un Coronel tuviera a sus órdenes a generales y almirantes, pero hay que tener en cuenta que España es muy diferente.

Comentarios

  1. Gracias Meliton.
    Todo muy clarificador.

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  2. Interesante relato, D. Melitón. Y es que para medrar, en esta España, no hay nada como la siniestra afiliación. Y no solo en la carrera diplomática.

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  3. Muy oportuna esta entrada, Melitón. Me hacía falta una opinión fiable y con conocimiento de causa. ¡ Gracias!

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