Citas inquietantes en la Cuatro
Si alguien aspira a tratar de comprender las causas del nivel de degradación intelectual y moral de la sociedad española, una tarea muy ardua, le recomiendo que vea un programa de la Cuatro llamado "First Dates", así titulado en inglés tal vez porque tan rebuscada frase no tenga traducción al castellano.
Por el programa desfila una muestra bastante representativa de la actual sociedad española que da idea de los estragos que varias décadas de pseudodemocracia han hecho en nuestro tejido social: aunque aparecen personas de distintos sexos, edades y orígenes geográficos, hay rasgos comunes que se repiten invariablemente: argollas en las narices que denotan inquietantes tendencias bovinas, tatuajes aparatosos que para sí quisieran los maoríes, peinados absurdos, vestimentas disparatadas o inadecuadas, un nivel de ignorancia inquietante y unos modales muy chuscos en la mesa; además, a la hora de autodefinirse, es inevitable que casi todos se consideren "sensibles", "solidarios", "amantes de la naturaleza y de los animales" y, ¿cómo no?, "tolerantes", rasgos que sus comportamientos posteriores se encargan de desmentir. Los diálogos de besugos proliferan y superan a los del antiguo DDT, que ya es superar: "Me diagnosticaron esquizofrenia", afirma un joven compungido: "¡ah qué guay!", le responde su compañera de mesa. Un reparador de aires acondicionados asegura que le "gustaría ser inmortal" para que su legado fuera recordado hasta el fin de los tiempos (!). Una joven colombiana se niega a aceptar que hay más Cartagenas que la de Indias, pese a los reiterados intentos de su paciente interlocutor cartagenero. Un tal Jonathan que se dedica a "trabajos verticales" (?) asegura que tiene "mucha imaginación, generosidad y empatía".
Mi mujer es psicóloga y me asegura que la mayoría de los ejemplares que pululan por el programa han recibido tratamiento psicológico porque utilizan conceptos que, de no haberlo recibido, su nivel intelectual no les permitiría manejar, algo que también resulta bastante inquietante.
En resumen, visto el nivel intelectual y moral de la peña, se comprende que el gobierno del Reino de España está en manos de la pandilla de mediocres que la desgobierna con un felón al frente. A tal señor tal honor.
Recomiendo vivamente vencer la natural repugnancia que producen estos detestables programas y soportar al menos un episodio cualquiera del de la Cuatro, siquiera para entender mucho de lo que está pasando en nuestro país, que no es nada bueno y probablemente irá a peor si se tiene en cuenta que la banda de tarados que exhibe su ignorancia y vacuidad en dichos programas tiene derecho al voto.
No cuela D. Melitón. Alguna vez mi mando a distancia ha deambulado breves instantes por alguno de esos canales basurientos y si no se ha detenido es porque me conoce. Y no estoy dispuesto a perder el tiempo negociando con él una modificación de conducta. Tampoco creo conveniente aplicarle un electrosock ni siquiera cambiar la marca de baterías. Me va bien así, tal como es. Mi mando y yo, por esta vez, passamos de su bienintencionada recomendación.
ResponderEliminarEstupendo, Melitón. Tienes mucha razón en llamar la atención sobre el drama que revela ese tipo de programas. No puedo estar más de acuerdo
ResponderEliminarNo puedes tener más razón, Melitón, pero... me siento incapaz de vencer esa "natural repugnancia" para dedicar siquiera unos segundos a ese escaparate tan desmoralizador
ResponderEliminarEs la educación que mana desde 1982, bastando que los profesores de la enseñanza infantil en adelante, desde entonces, van en vaqueros y piden que se les trate de tú; ni se hacen respetar ni respetan.
ResponderEliminarDe otra parte, todo son facilidades y tolerancia.
Para colmo los padres sobreprotegen renunciando a casi todo en beneficio de sus hijos.
Y claro, luego se vota.
Pero, unos salen a la calle, y otros no; las medios de comunicación dejan de ser objetivos porque se venden; y en las elecciones, muchos no votan, claro ejemplo es Cataluña.
Y la oposición, enredada entre sí, sin miras de España.
De la decadencia al abismo.
Y un chulo paseándose y diciendo gilipolleces para su auditorio.
Como he dicho muchas veces, están hablando quienes no han vivido desde 1940 hasta 1978, incluso muchos han nacido después de 1980. Para toda esa gentuza, Nosotros, no hemos existido, y somos quienes hemos proporcionado lo que viven, ¡y cómo viven!