La cárcel de papel

A mis 76 años no dejo de incrementar mi maltrecha cultura general: "¿Por qué gritamos Gerónimo cuando saltamos desde cierta altura?", aprendo en "OK Diario".  

En el "Heraldo de Aragón" leo que una okupa llama a la policía para que le abra el candado que ha puesto el legítimo propietario de la vivienda. ¿Para qué está, si no, la policía?

Josep María Piqué asegura en "La Vanguardia" que "el futuro es mañana". Y pasado mañana. 

En el "Diario de Mallorca" aprendo de un tal Domènec Biosca que "da más luz una sonrisa que una central eléctrica". Mire usted por dónde este señor nos ha solucionado el problema de la subida de la luz. (En el mismo medio, leo que en Palma las calles de Churruca, Gravina y Cervera dejan de ser franquistas: menos mal).

Raquel Córcoles afirma en "La Vanguardia" que le atrae lo raro y se siente culpable de verse tan normalita. Hombre, muy normalita no parece.

Al ritmo de 55 evacuados por avión, el año que viene seguiremos evacuando, Deo volente. 

Los españoles con mayor mayor cultura general tienen más de 50 años. Y yo creía que teníamos la jeneracion mas preparada de nuestra Istória.

En el "Diario de Mallorca", una escritora desconocida llamada Carme Cañellas asegura que "escribir me ha dado la oportunidad de conocerme a mí misma". Tal vez sea muda.

Leo en diversos medios que una mujer acusa a Bob Dylan de abusos sexuales en 1965 cuando ella tenía 12 años. A su vez, a sus 52 años la actriz Carré Otis demanda a Gérald Marie por violarla hace 35 años. Empiezo a sentirme un don nadie: todavía nadie me ha acusado de violación.