Retirada ignominiosa


He recibido un vídeo en el que un alto oficial del ejército americano, antiguo encargado de suministrar material al ejército y a la policía afganas, afirma que, debido a la negligencia de la actual Administración norteamericana, los talibanes tienen ahora en su poder más de 85.000 millones de dólares en equipamiento militar: 75.000 vehículos, 200 aviones, 600.000 armas ligeras, más helicópteros Black Hawk que el 85 % de los países del mundo etc.  No se trata únicamente de armas, sino también de dispositivos de visión nocturna, de un auténtico arsenal médico e, incomprensiblemente, de instrumental biométrico sofisticado que permite identificar no sólo huellas dactilares, sino también scanners de ojos. Pero lo terrible es que los talibán disponen de información biográfica de los afganos que colaboraron con los Estados Unidos en los últimos veinte años. Siendo malo todo lo descrito, lo peor según él es que la Administración norteamericana actual carece de cualquier plan para intentar recuperar lo dejado atrás.


Lo anterior pone los pelos de punta y da idea cabal de la catastrófica gestión de la Administración que preside un individuo incompetente, senil y patético. Desde tiempos inmemoriales, cualquier ejército ha procedido a inutilizar o destruir el armamento del que disponía en caso de no estar en condiciones de defenderlo: es el ABC en casos de retirada, pero en el de la americana de Afganistán no se ha respetado ese principio elemental, de manera que los talibán no sólo han ganado una guerra a la que todavía es primera potencia militar del mundo y a quienes somos sus aliados en la fracasada OTAN, sino que han salido tremendamente fortalecidos en el empeño.


Cuando el general Sansónov, jefe del segundo ejército ruso, fue derrotado en Tannenberg por los alemanes en 1914 por obedecer órdenes erróneas, se suicidó aún no siendo él, sino quien no le auxilió a tiempo, el responsable de la derrota que puso en manos del ejército alemán una fracción ínfima del material de los Estados Unidos han puesto ahora en manos de los de talibán.


Inútil señalar que si Trump hubiera actuado con un diez por ciento de la negligencia con la que ha actuado Biden la prensa mundial lo hubiera masacrado inmisericordemente, pero en el reino de la corrección política ya se sabe que unos cardan la lana y otros llevan la fama. Mientras tanto, el individuo impresentable que detenta la Presidencia de Gobierno del Reino de España saca pecho impúdicamente, busca fotos con el Rey y el embajador heroico a quien cesó por anunciar lo que vio venir y airea los "valores" de la comatosa Unión Europea.

Comentarios

  1. Muy, pero que muy bien dicho. Cuando se trata de repartir medallas, todo quisque saca pecho. Cuando de lo que se trata es de corregir defectos, todos, o casi todos-menos nuestro embajador Ferrán-salen corriendo como ratas. Incluido, claro, nuestro inane Presidente del Gobierno. Así nos va!!!

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  2. Qué gran pena, Melitón, tener que agradecerte este certero y demoledor escrito. Qué trágica e ignominiosa debacle y qué infamia intentar sacar pecho por lo que otros han tenido que hacer, como consecuencia de la incompetencia y la traicion , para intentar salvar algunas vidas de la desbandada cobarde e injustificable .
    Ya no hay gente como el heroico y desgraciado Samsonov, lo que explica mucho de lo que nos pasa: qué descripción de su calvario hace Solzhenitsyn en Agosto 1914. Y sabía de lo que hablaba, no sólo por su documentación histórica sino por haber sido capitán de Artillería precisamente en Prusia Oriental en 1944/5, de donde pasó al Gulag

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  3. Magnífico y demoledor análisis, Melitón... Quién ahora saca pecho en nuestro país, hace no demasiado tiempo proclamaba que "sobraba el ejército"... Como han comentado más arriba... Así nos va...

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  4. Pues a mi se me ocurre un comentario suplementario, dejando por supuesto constancia que suscribo integramente tu articulo. La debacle en lo relativo al material militar abandonado por los EEUU es de tal calibre que me niego a pensar que ha sido casualidad. Esto estaba planeado , no se por quien, ni porque, pero estas cosas no ocurren por caprichos del destino. Alguien, en lo mas alto (y lucido) del Ejercito Americano, tuvo que formular la pregunta: "y con el armamento, que pasa?", y alguien, en lo mas alto (y menos lucido) de la escala politica tuvo que contestarle "dejadlo todo alli y salid corriendo".

    Siempre hay un responsable.

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