Fermento de guerra civil

El cineasta Carlos Saura ha afirmado que en España vuelve a haber "un fermento de guerra civil y la guerra civil no es una posibilidad tan lejana". Es difícil no estar de acuerdo si uno se atiene al tenor literal de las palabras "fermento" y "posibilidad" porque, lenta pero tenazmente, la izquierda española está empeñada en generar una confrontación radical entre dos formas de concebir el pacto social. La presencia de comunistas en el gobierno, algo insólito en la Europa de hoy, va socavando sibilinamente instituciones como la propiedad privada, la presunción de inocencia y la neutralidad historiográfica mediante leyes liberticidas que recuerdan a las de la segunda república. Fenómenos como el de la impunidad de los llamados okupas, la ley de violencia de género y la de la memoria histórica lo certifican. Al mismo tiempo, un presidente del Gobierno chulángano y fullero se humilla ante los separatistas a los que indultó, pone en riesgo la unidad de la nación por un puñado de votos, degrada el prestigio de las instituciones, ningunea al Rey actual, exilia al anterior y tropieza cada dos por tres con sentencias de los tribunales a los que está empeñado en someter. 

Todo lo anterior va sucediendo paulatinamente sin que ni la oposición esté a la altura del desafío, más atenta a querellas intestinas que a poner freno a los desmanes de un gobierno liberticida, ni quienes con un simple aviso podrían hacer lo propio parezcan ser conscientes de la gravedad de la situación.

Hay un fermento de guerra civil porque, como señaló Enzensberger, "el principio es incruento y los indicios inofensivos. La guerra civil molecular estalla imperceptiblemente, sin movilización general ... En las calles se acumula poco a poco la basura; en el parque empiezan a proliferar jeringuillas y litronas destrozadas; en los muros aparecen por todos lados pintadas monótonas cuyo único mensaje es el autismo evocador de un ego periclitado; en las aulas se destruye mobiliario y los jardines empiezan a oler a orina y a excrementos". Permitir que este fermento siga actuando impunemente hace que, como ha señalado Saura. "la guerra civil no es una posibilidad tan lejana". El tiempo lo dirá.