El gratis total papal


Estudié diez años en el colegio de Montesión de Palma de Mallorca. Allí conocí a jesuitas bondadosos y malvados, brillantes y discretos, pero ninguno me pareció tonto, ni siquiera entre los hermanos legos. Hoy, sin embargo, constato con resignada consternación que el jesuita argentino (contradictio in terminis?) que es Papa de Roma parece tonto y probablemente lo sea, a juzgar por las majaderías que suelta en temas que parece ignorar por completo.


Durante el IV Encuentro Mundial de Movimientos Populares, una agrupación de organizaciones de base y movimientos sociales que llaman la atención sobre la desigualdad en el trabajo, la propiedad de la tierra, la atención médica y otros problemas sociales en el mundo en desarrollo, su última ocurrencia ha consistido en estigmatizar el sistema que "en su lógica de ganancia, está escapando a todo dominio humano" y ha subrayado la necesidad de "cambiar el sistema socioeconómico actual", la de "condonar la deuda de los países pobres","la liberación de las patentes" y el cese de "la destrucción de bosques, humedales y montañas por parte de las grandes compañías extractivas". También ha propuesto "un salario universal para que cada persona en este mundo pueda acceder a los más elementales bienes de la vida" y ha abogado por "una reducción de la jornada laboral para facilitar el acceso de todos al trabajo". Como dijo Josep Pla al contemplar por primera vez el esplendor nocturno de Nueva York: "i tot això qui ho paga?"


Una de las maneras de ser tonto consiste en asumir acríticamente el pensamiento predominante ajeno y el papapampero lo hace con gusto y con la nostalgia de recetas peronistas que han sumido a su país en el estercolero de la Historia. 


No soy católico practicante desde mi adolescencia pero respeto la cosmovisión cristiana y, por ello, me llama la atención que el papaporteño no se limite a cuestiones de fe y, cada vez más, aborde temas mundanos en los que demuestra una gran ignorancia y un excesivo sectarismo. Nadie puede pensar que una empresa invertirá millones de dólares en desarrollar una vacuna que, una vez puesta a punto, regalará al universo mundo. Ningún economista solvente propugnará un salario universal desligado de la productividad de quien lo reciba etc. etc.


Como explicó Adam Smith en su "The Wealth of Nations", "no esperamos nuestra cena de la benevolencia del carnicero, del cervecero o del panadero, sino de la consideración de su propio interés". De manera que el lucro individual es, paradójicamente, impulsor de bienestar social.


Lo que subyace en ese populismo papal de nuevo cuño es la idea utópica del gratis total, una aspiración humana tan deseada como irrealizable.


Tras su elección, el ya Papa Francisco declaró que rogaba a Dios que perdonara a los cardenales que le habían votado. Hasta ahora es lo único inteligente que le he oído.

Comentarios

  1. Nunca pensé que un Papa me infundirera tan poco respeto. Pero, como decía un humilde y sublime párroco, cuando salía al paso de críticas a la Sagrada Institución, 'a la Iglesia , en esa época la representaba Francisco de Asís '. Hoy, en definitiva la Iglesia está representada por todos los Franciscos de Asís que dan testimonio de la fe de Cristo mundo adelante, y no por el Francisco del Vaticano quien, a pesar de todo , seguirá teniendo el respeto de los fieles porque así lo disponen los cánones...Amén.

    ResponderEliminar
  2. No es lo mismo ser tonto, que hacerse el tonto. Ni lo uno ni lo otro, si hay ánimo de decir lo que se manifiesta.

    ResponderEliminar
  3. Alguien, a quien debería recordar el Papa, dijo: Dad al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios. Y menos mal que cuando dice chorradas, no habla “ex cathedra”… solo faltaba !

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog