Política exterior feminista


Su Inane Sanchidad ha dado con la fórmula mágica para poner fin a la creciente irrelevancia del Reino de España en la escena internacional. No es la de dejar de blanquear los regímenes narcocriminales ni de tratar de ganar protagonismo en el seno de la Unión Europea ni de nada parecido: esas nimiedades no ocupan al amado líder que nos desgobierna. Su fórmula es mucho más eficaz y consiste en apostar por "una concepción práctica de la política exterior feminista con metodo­logía propia orientada a acciones concretas". Podría haberse tratado de una política de protección a la infancia desvalida, de fomento universal de la biodiversidad, de promoción de la homosexualidad o de lucha contra la ominosa ley de la gravedad que oprime a nuestro planeta, pero S.I.S. se ha inclinado por la primera que se le ha ocurrido a su "cráneo previlegiado".


El plan tiene varios componentes, a cual más sensato. El primero de ellos, dar instrucciones sobre el comportamiento del personal diplomático para que todos ellos promuevan activamente las políticas de género, especialmente si quieren ascender y ocupar cargos relevantes. El segundo, designar a una inspectora de feminismo para que vigile el cumplimiento de este mandato. Toda una inquisición de género.


Marruecos, el gas argelino, la pérdida de peso en la Unión Europea o ante EEUU, todo ello es secundario. La política de género ha pasado a ser el gran objetivo de la agenda exterior. "La nueva Estrategia de Acción Ex­terior de España recoge la promoción activa de la igualdad de género como un principio transversal y un eje prioritario de la acción exterior española". El nuevo ideario feminista señala que tal "política se desarrollará sobre la base de cinco principios” que han de regir la “ac­ción exterior en todas sus fases y todas sus áreas”.


En primer lugar, en el “enfoque transformativo: España fomen­tará una visión global de su política exterior feminista, eliminando el trabajo en silos y ase­gurando la coherencia entre todas las áreas de acción exterior. Se busca un cambio profundo y estructural en las metodologías de trabajo y cultura institucional, en aras de que toda ac­ción realizada incorpore el enfoque de género de forma transversal y sistemática". La eliminación del "trabajo en silos" (whatever that means) me subyuga.


El segundo enfoque será el del “liderazgo comprometido: el conjunto del Servicio Exterior asume el compromiso de pro­mover en el ámbito de sus competencias una política exterior feminista..."


Además, se incorpora el principio de la apropiación (!): "se han puesto en marcha mecanismos de coordinación para fomentar la apropiación de la política exterior feminista por todo el Servicio Exterior". Y ahí llega una gran amenaza: "Las personas ocu­pando puestos de liderazgo tienen la responsa­bilidad específica de promover la igualdad de género en su ámbito”. Traducido: si no se promueve el feminismo, será complicado tener un "puesto de liderazgo".


El siguiente punto es el de la “participación inclusiva y fomento de alianzas: resulta imprescindible aunar esfuer­zos con todos los actores que puedan contribuir a lograr avances concretos y durables para la realidad de las mujeres. La política exterior feminista se llevará a cabo en estrecha colabo­ración con otros Ministerios, en especial con el Ministerio de Igualdad".


Por último, el punto denominado “interseccionalidad y diversidad: la incor­poración del enfoque de género en política exterior supone necesariamente trabajar desde la perspectiva de la interseccionalidad" (whatever that means).


En vista de todo lo cual, me alegra enormemente no estar en activo porque, de estarlo, me hubiera tenido que plantear un cambio de sexo para prosperar a costa de compañeros más preparados pero nacidos con un fruto en la ingle.

Comentarios

  1. Tras tomar un cordial, para recuperarme del soponcio, espero un siguiente artículo de exégesis y traducción de tan profunda estrategia política y de tan preclara terminología .
    Qué pena dada haber dedicado toda la vida al servicio de España en nuestra Carrera para ver el grado de degradación, mentecatez y gilipollez que se ha apoderado de nuestra Casa

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  2. Magnífico comentario, como de costumbre, D. Melitón. La palabrería insustancial de los okupas monclovitas ha devenido en paridas ilimitadas, que solo producen hilaridad. Vaya personajes !

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