Futuro prometedor

Veo en televisión que le preguntan a una bella concursante si el ángelus es una oración católica o budista. La joven se lo piensa y contesta "budista"; se trata de una señorita que está cursando cuarto año de la carrera de Derecho. En otro programa preguntan a seis estudiantes universitarios si saben quiénes fueron Pizarro y Hernán Cortés; cuatro declaran no saberlo con una sonrisa de suficiencia y dos se limitan a decir que fueron "exploradores". En un tercer programa, una joven declara que Madrid es puerto de mar porque "está cerca de Barcelona", lo que me recuerda aquel eslogan de la Transición "¡Zamora, libre, serás puerto de mar!". Una joven asegura que Mesopotamia es la capital de Egipto y otra que el Canal de Panamá está en España.

Es evidente que estamos ante la jeneracion mas preparada de nuestra Istoria, esa que se embrutece los fines de semana con botellones de alcohol de garrafa que suelen a acabar en riñas tumultuarias, robos y saqueos, lo que augura al país un futuro muy prometedor. Sin duda eran más cultos muchos de los analfabetos de mi infancia que los licenciados de hoy.

Mi proverbial optimismo me hace pensar que, de seguir así, España acabará en el estercolero de la Historia afrontando una ruina económica, social y moral sin precedentes en nuestro pasado. No creo que haga falta ser muy perspicaz para vaticinarlo. Desconectada de su pasado, repleta de analfabetos funcionales y a merced de gobernantes que en el mercado de trabajo apenas conseguirían plazas de aparcacoches, con un déficit público per capita superior a los 25.000 euros y creciendo, la cosa está clara: llegará un momento que el empobrecimiento generalizado impedirá recurrir a trampantojos contables susceptibles de paliar los estragos de una gestión económica delirante impuesta por ingenierillos sociales de tres al cuarto.

Si alguien piensa que el actual equipo del partido popular será capaz de  impedir la catástrofe, le diré lo que le respondió el Duque de Wellington a alguien que le espetó en la calle que creía que era Mr. Jones: "si cree Vd. esto, es usted capaz de creer cualquier cosa".