La gravedad de la situación


Como diplomático estuve destinado durante décadas en varios países europeos y africanos y en ninguno de ellos tuve la sensación de que su situación política y social fuera tan grave como la que hoy experimenta la España desgobernada por un individuo irresponsable e inmoral que está poniendo en grave peligro ese mínimo de cohesión social que permite la subsistencia de un régimen democrático.


Los síntomas de descomposición son cada vez más evidentes: una presidente del Congreso de los Diputados que intenta soslayar por mera conveniencia política nada menos que una sentencia del Tribunal Supremo, una vicepresidenta comunista que pretende instaurar una legislación laboral que generará entre medio y un millón de parados más de los que hay, una ministra del Gobierno que se permite acusar al Tribunal Supremo de prevaricación sin que dicho tribunal le impute ningún delito, unos delincuentes catalanes absurdamente indultados que apoyan medidas de gracia a presos terroristas sanguinarios de ETA, una ministra de igualdad (?) que recompensa con suculentos sueldos a delincuentes condenados y por condenar etc. Todo ello conforma una situación difícilmente sostenible a corto plazo, lo que no debería ser necesariamente una mala noticia si no fuera porque el primer partido que está en la oposición cuenta con dirigentes blandengues de muy poca entidad política y moral, más propensos a la componenda y el apaño que a la confrontación eficaz.


Tampoco creo que ayude el hecho de que Su Majestad el Rey parezca haber renunciado a su papel moderador y arbitral y se haya resignado al de mero símbolo cada vez más condicionado y fútil.


Es posible que sea la "economía, estúpido" la que ponga fin a la pesadilla que ha implantado un individuo felón, irresponsable y despreciable, alumno aventajado de otro de su calaña que se dedica a tratar de blanquear, mediante precio, a regímenes criminales de narcotraficantes y torturadores.


Como la política exterior es una resultante inexorable de la interior, no debe extrañar que el papel de España en la escena internacional se haya degradado hasta el punto de ser cada vez más irrelevante e ignorado.


Mientras todo esto sucede, los miembros de una sociedad anestesiada y degradada por el relativismo moral imperante se muestra incapaz de rebelarse mientras no se le toque el bolsillo o se le prive de ver en televisión las vicisitudes de personajes despreciables a quienes les gustaría emular en sus patéticas vidas cotidianas.

Comentarios

  1. Clara ,concisa y terrible descripción de la dramática situación en que nos encontramos

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  2. No se puede analizar mejor. Ahi estan (estamos) todos.

    Como decia aquel:"estamos tocando fondo.......pero el fondo esta inclinado".

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  3. Y, por qué nosotros nos resignamos?

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