Un libro singular

Mi amigo y compañero José Cuenca ha sido embajador de España en Bulgaria, Grecia, Unión Soviética y Canadá; diplomático valioso, pienso que su valía como escritor no es es menor. Su firma ha ennoblecido obras importantísimas, tanto literarias como de contenido político-diplomático: "Sierras, perdices y olivares" (1996), "La sierra caliente" (2003), "Encuentros de un embajador con Don Quijote" (2008), "La noche de bodas. Relatos de Cazorla y de Segura" (2010), "De Suárez a Gorbachov" (2014) y "Las mentiras del separatismo. Cataluña y Quebec" (2019). Ahora acaba de publicar en la editorial Renacimiento un libro titulado "La ruta de los monteseros" que, como afirma en el prólogo, tiene la finalidad de compartir con el lector algunas experiencias cinegéticas pero también vitales para que perdure el pasado de aventura, sacrificio y grandeza de un mundo periclitado con la inconmensurable carga de humanidad, resignación y rebeldía de los habitantes de sierras agrestes y paisajes bravíos. Los monteseros fueron furtivos, hombres serios y enterizos, de palabra justa y reposada, que imponían respeto con sólo su presencia y se movían con el empaque de la gente antigua de la Sierra. En las páginas del libro se encuentra el amor a la naturaleza y a la caza pero algo más que lo trasciende: el recuerdo de hombres y mujeres que fueron el alma de la sierra en el pasado y la actualidad del drama de la España vacía: cortijos estragados, casas forestales derruidas, huertas sin cultivo, viejas espadañas sin campanas y paisajes que hoy apenas solazan a turistas de calzón corto y móvil estridente. Un mundo perdido que ojalá un día pudiera resurgir.

El hecho de que el autor sea amigo y compañero mío no va a impedirme afirmar que el libro me ha parecido sencillamente deslumbrante, sobre todo por estar dotado de esa capacidad de emocionar al lector; cuando la palabra certera o el adjetivo poco habitual pero atinado contagian en el que lee el sentimiento genuino que desea transmitir quien lo ha escrito, se genera ese extraordinario milagro indefinido de coincidencia que es la esencia de la literatura. A medida que aumenta exponencialmente el número de libros publicados, disminuye la posibilidad de ese milagro.

Aconsejo al potencial lector tener a mano un diccionario si decide leer el libro de mi amigo y compañero. Su texto, riquísimo, está plagado de palabras hoy en peligro de desaparición cuyo significado merece la pena consultar y retener.  Sé que ninguno de mis amigos y conocidos me reprochará el hecho de haber recomendado "La ruta de los monteseros".