Carmeida
Corre por las redes una fotografía editada del alcalde de Madrid en la que aparece adornado por una melenita rubia. Se titula oportunamente "Carmeida".
Esa especie de mosca muerta de sonrisa conejil que ocupa la alcaldía de la capital de España ha traspasado los límites de la decencia política hasta extremos insospechados susceptibles de provocar repugnancia en quienes confiaron en muchas de sus promesas electorales que no ha tenido el más mínimo inconveniente en traicionar, como la relativa a la supresión del llamado Madrid Central. Todo ello con la infame agravante de intentar atribuir su villanía al partido político con el que concertó por escrito un pacto de gobierno que no ha dudado en traicionar para sacar adelante unos presupuestos municipales lastrados por cesiones a una izquierda minoritaria y residual que es la antítesis de lo que un partido de centro derecha debería ser. Por otra parte, el hecho de que ese minúsculo abogado del Estado haya consentido en nombrar hija predilecta de Madrid a una escritora mediocre que consideraba conveniente eliminar a la mitad de la población madrileña no afín a su proyecto comunista revela un fondo de villanía insuperable si se tiene en cuenta que el partido del alcalde había rechazado dicho nombramiento en un pleno municipal del pasado 30 de noviembre.
Más grave todavía: la fundación "Madrina" lleva veinte años dedicada a prestar ayuda a mujeres pobres y a sus hijos ofreciéndoles desde alimentos a un techo, e incluso formación para poder encontrar un empleo. Es una asociación provida, que con su cooperación con las embarazadas trata de facilitarles una alternativa para que no recurran al aborto. Para sacar adelante sus cuentas, Almeida ha consentido que se retiren las ayudas municipales a dicha fundación. No sé lo que tardará Isabel Díaz Ayuso en corregir semejante felonía, pero sospecho que no mucho.
El Partido Popular demuestra que está empeñado en promover un proyecto político que, apelando al lenguaje castizo, hoy es chicha, mañana limoná y pasado mañana no se sabe a qué extremos de degradación será capaz de llegar.
Como ha señalado Luis Ventoso en un magnífico artículo en "El Debate", Almeida "no ha estado a la altura de lo que se espera de él. En su mano está rectificar y devolver sus ayudas a la Fundación Madrina. De lo contrario, un político que presumíamos valioso corre el riesgo de quedar como otro chisgarabís al que le importa más su ombligo que los principios".
Lo de la Fundación Madrina, es una más de las actuaciones que completan la felonía del Alcalde de Madrid para con sus votantes, o es que es más portavoz del partido que Alcalde de la capital de España? Muy a mi pesar, el PP de Génova se está convirtiendo en auténtico adalid de Vox. No sé por qué me da que para las próximas elecciones tendría que empezar a ensayar, junto con Teo, el tiro del tito de la aceituna, porque lo que se dice de Alcalde, con mi voto y espero que el de alguno más, no va a salir.
ResponderEliminarLo pactado cuando la renovación del el Tribunal Constitucional no fue sólo eso.
ResponderEliminarInapelable razonamiento, Melitón .Injustificable y, sobre todo, políticamente muy torpe apaño el de Almeida, indigno de una cabeza que se presume brillante.
ResponderEliminarNo nos engañemos. Lo de Almeida es la misma falta de escrúpulos del narciso monclovita, exactamente la misma. Estamos en manos de desaprensivos amarrados a sus poltronas. Lo pagarán.
ResponderEliminarNos están dando a dos manos! A mano abierta! Y no nos movemos! Con un escándalo tapan el siguiente pero la sociedad está cegada por el oropel. Medallas de Carlos III a traidores, su potestad acalla todo: prensa engrasada, televisiones regadas, analfabetos con poder por doquier...una selva!
ResponderEliminarEn fin, feliz salida de este nefasto 2021 y un atisbo de feliz entrada en 2022 es nuestro deseo para ti y los tuyos. 🙏💐