El fracaso del "Estado de las Autonomías"


Sigue habiendo personas más o menos ingenuas que piensan que la pesadilla sanchista que está arruinando económica y moralmente a España terminará cuando Su Sanchidad se digne convocar elecciones generales.


Por desgracia, mi fondo de ingenuidad es muy limitado y creo capaz de cualquier maniobra ilegal y antidemocrática al gobernante más insolvente y fullero de nuestra moderna pseudodemocracia. Tiene a su disposición un amplio abanico de posibilidades: podría tratar de deslegitimar la monarquía parlamentaria mediante un referéndum consultivo que, bien planteado, tal vez ni siquiera necesitaría manipular si se tiene en cuenta el prestigio menguante de un monarca que la opinión pública y muchos partidos políticos consideran cada vez menos útil para defender el régimen político que le legitima. Tampoco es descartable un ejercicio de trilerismo político que, aprovechando la inanidad de nuestra ley orgánica de régimen electoral general, haga surgir como hongos partiditos regionalistas que el PSOE podría manipular en beneficio suyo al amparo de los despropósitos de la ley D'Hondt y en particular del sistema de restos. También podría declarar un estado de excepción que impidiera la celebración regular de comicios, pero también podría, en última instancia y como último remedio, romper la baraja y utilizar la del trilero que le confeccionarían juristas venales a la medida de sus intereses. De ser así, convendría que los partidos políticos decentes fueran diseñando mecanismos susceptibles de neutralizar el juego de los trileros porque ya se sabe que o jugamos todos o rompemos la baraja,


Por último, también podría tratar de engañar al Partido Popular con el señuelo de una Gran Coalición para la gestión de una crisis económica y social de dimensiones inéditas, una hipótesis que cada vez resulta más probable si se tiene en cuenta el nivel delirante de estrategia de dicho partido. Por lo que al PP respecta, conviene no hacerse ilusiones: está empeñado en abanderar un supuesto centrismo que en realidad le equipara cada vez más al PSOE; véanse, si no, los recientes episodios en Madrid con las leyes LGTBi o con el llamado Madrid Central y en Andalucía con una de memoria histórica. Es la nostalgia de un pasado bipartidista que deberían saber que sólo se repetirá cuando el felón de La Moncloa quiera compartir con la derecha la adopción inevitable de medidas impopulares. Por lo que respecta al ninguneo a Vox, es tan del género estúpido que parece increíble que piensen que les da a dar rédito electoral, cuando lo lógico es que contribuya a fortalecerlo paulatinamente en lugar de debilitarlo.


Sea como sea, lo cierto es que se ha roto el consenso surgido de la Transición y España se encuentra inmersa en un lento pero persistente proceso revolucionario, por ahora incruento, cuyo resultado dependerá de la altura de miras y de la perspicacia política de Quien está en condiciones de atajarlo con los mecanismos constitucionales que tiene a Su alcance.


En todo caso, el fracaso del tan celebrado "Estado de las Autonomías" parece un hecho irreversible y aboca a nuestro país a un porvenir incierto que no hay que excluir que acabe, una vez más, como el rosario de la aurora.

Comentarios

  1. De aquellos polvos vinieron estos lodos. ¿Que necesidad había durante la Transición de dejar abierta la posiblidad de un retorno a los Reinos de Taifas?
    Bastaba con asomarse a cualquier manual de Historia de España.

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  2. Yo no estaba ni siquiera en España ni había entonces posibilidad del voto por correo, creo, pero toda mi familia votó en contra. Es inaudito tener 17 gobiernos adheridos al nacional, es un gasto desmesurado y es hacer diferencias entre españoles.

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  3. Es la primera vez desde hace muchos años que estoy encantada de que existan autonomías, porque por lo menos en Madrid podemos respirar un poco mejor, a pesar del tuercebotas de Moncloa. El PP de Casado está errando y debería de dar un paso atrás y dejar a la única persona que ha demostrado muchas cosas, pero entre todas ellas dos importantes: una, que tiene coraje y se puede enfrentar a esta izquierda sin ningún complejo y segunda, que es capaz de unir un bloque contra el Sanchismo y sus secuaces. Ah se me olvidaba, se llama Isabel Díaz Ayuso

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