"The Washington Post" sobre Ayuso


No creo que el Washington Post sea un periódico de derechas ni tengo constancia de que los temas de política interior española sean de los que más interesan a sus lectores. Por lo anterior, me ha sorprendido el largo artículo dedicado en ese medio a Isabel Díaz Ayuso, que no pasa de ser presidenta de una Comunidad autónoma española, de manera que he traducido el artículo para que los lectores de este blog opinen por sí mismos:



"Henry Olsen


Los conservadores partidarios del libre mercado han estado buscando un héroe en esta era populista y "trumpiana" y puede que tengan una en la carismática presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.


Ayuso se convirtió en la política más brillante e importante de España a principios de este año, cuando llevó a su partido de centro-derecha, el Partido Popular (PP), a una aplastante victoria en unas elecciones regionales anticipadas. Bajo el lema "Libertad o Comunismo", Ayuso se defendió de los ataques de sus oponentes socialistas y de izquierdas para llevar al PP a una mayoría casi absoluta, obteniendo más escaños que los tres partidos de izquierdas juntos. Ahora regenta cómodamente un gobierno de partido único apoyado por su aliado de derechas, Vox.


Su victoria se debe a su novedoso enfoque para controlar la pandemia. Ayuso tenía un fuerte deseo de mantener un equilibrio entre la libertad y la seguridad, un enfoque que la llevó a innovar para minimizar los cierres de empresas. Fue pionera en la creación de un sistema que analizaba las aguas residuales para comprobar si determinadas zonas de su extensa región estaban sufriendo brotes de cólera. Cuando ese sistema resultó eficaz para predecir la futura propagación del virus, lo utilizó para dirigir los cierres al área más reducida posible. También construyó un hospital completamente nuevo (el Hospital Zendal) para tratar a los pacientes Covid en un tiempo récord de tres meses, lo que permitió que las víctimas de la pandemia recibieran la atención que necesitaban y que otros enfermos pudieran acceder a los recursos. Esto la ha convertido en una sensación nacional. Sus apariciones por todo el país atraen regularmente a multitudes que aplauden entusiastamente a su heroína. Ha recibido una larga ovación en una corrida de toros y sus fans incluso abarrotan eventos en el extranjero. Alberto Mingardi, director del Instituto Bruno Leoni de Italia, me dijo que había recibido una serie de solicitudes sin precedentes de expatriados españoles para asistir al banquete en el que Ayuso iba a recibir el premio anual del Instituto. "Temía que todos quisieran protestar", dijo. "¡Pero sólo querían hacerse selfies con ella!".


Su popularidad ha amedrentado incluso al líder nacional de su partido, Pablo Casado. A pesar de que los dos han estado muy unidos, su petición de liderar la rama madrileña del PP -el equivalente a liderar un partido estatal americano- ha puesto al partido nacional en un aprieto. Casado aún no ha programado la elección, temiendo que dejar que Ayuso se convierta en líder en Madrid amenace su posición. Las negociaciones subsiguientes están agitando la política española, manteniendo a Ayuso en el punto de mira nacional.


Era fácil percibir su atractivo en una reciente entrevista. Ayuso es rápida, decidida y domina los detalles de gobierno. Y lo que es más importante, habla con pasión de su devoción por la libertad. "Creo en la libertad", dice. "Creo en la persona, en el individuo". También es completamente moderna; una mujer no religiosa, amante de la vida nocturna, que lleva un tatuaje de Depèche Mode en el antebrazo. Muchos jóvenes conservadores estadounidenses anhelan una líder inteligente, seria y con principios como ella.


Ganó votos incluso entre los votantes de la clase trabajadora, de quienes se dice que sólo responden a llamamientos populistas. Parla, por ejemplo, es una ciudad que históricamente ha votado a los socialistas, incluso en años como el 2011, en los que el PP de Ayuso ganó la Comunidad de Madrid de forma aplastante. Este año, sin embargo, el PP ha ganado en Parla de forma decisiva. Cuando le pregunté a Ayuso cómo había conseguido lo hasta ahora impensable, volvió a recurrir a su tema de la libertad. "La gente sólo quería trabajar, no recibir dinero de la Administración", me dijo. "Toda esta gente ve al gobierno de Madrid como el que apoya a la gente que quiere un trabajo". Los republicanos que quieran ganar votos de la clase trabajadora hispana deberían tomar nota.


Ella sigue presionando por una agenda de libertad, utilizando su próximo presupuesto para eliminar los últimos impuestos propios de la región de Madrid. Pero no es una libertaria, a pesar de lo que su retórica pueda sugerir. En nuestra entrevista señaló que "la política estadounidense y la española son muy diferentes. Yo estaría entre los demócratas y los republicanos" si viviera en Estados Unidos. Así que no es de extrañar que argumente que sus recortes fiscales ayudarán a mantener el gasto en bienestar social. "Los impuestos más altos hacen más difícil mantener los servicios públicos", dice, "porque menos gente paga impuestos".


La agenda de la libertad también se aplica a los futuros esfuerzos para mitigar la pandemia. "Estoy a favor de las vacunas, pero no a favor de la vacuna obligatoria". En cambio, da prioridad a las de refuerzo para ancianos y otras personas de riesgo y trabaja para convencer a los no vacunados de que se vacunen. También se opone a los pasaportes COVID, señalando que "es muy fácil hacer un pasaporte falso". Quiere animar a los madrileños a hacer lo correcto en lugar de utilizar la mano dura del Estado para obligarles. Esto debería sonar familiar a los oídos estadounidenses: cuando se le pregunta quién ha influido más en su forma de pensar, responde rápidamente "Ronald Reagan". "Sus discursos son increíbles", dice. Eso es música para los oídos de este biógrafo de Reagan, pero su mezcla de ideales y pragmatismo, de libertad y obligación social, es muy fiel a la de su ídolo.


Ayuso se apresura a acallar cualquier comentario sobre sus ambiciones nacionales, diciéndome cuando le pregunto qué es lo próximo que le espera: "Madrid, sólo Madrid". Pero apenas tiene 43 años. A Reagan le costó ocho años como gobernador y seis más en el desierto político hasta llegar a la Casa Blanca. Sólo tendrá 57 años si tarda tanto en llegar a La Moncloa, la Casa Blanca española, sólo un poco mayor de lo que era Margaret Thatcher cuando llegó al 10 de Downing Street: tiempo más que suficiente para rehacer España y tal vez inspirar al mundo."

Comentarios

  1. Muchas gracias, D. Melitón, por su magnífica traducción. Ayuso, en mi opinión, tiene una virtud genial...nos deja en paz!!!, de ocurrencias, arrogancias y cortinas de humo, a las que tan aficionados son los inútiles políticos patrios. GRANDE, Ayuso!. Un soplo de aire fresco, ante tanto amanuense sectario.

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  2. Si todos los ven por qué el PP se esfuerza en no verlo? Gracias Melitón por la traducción

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  3. Ay! "de la envidia", mayor pecado nacional, y del "yo no pero tu tampoco"
    Lo escrito, según la traducción, "más claro agua".

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  4. Está lanzada y muchos rabian. Lo peor, que algunos incluso son de sí propio partido. La pena grande es la cantidad de terreno democrático que, para estas horas ya ha fagocitado el desgobierno y su cabeza, el nefasto pedro sanchez perez...Pero, y si???? Sería una gran alegría. 🤗🤗
    Gracias!

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  5. ¡Vale quien sirve! ¡Servir es un honor!

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