Putin, Ucrania y Occidente


En una rueda de prensa celebrada hace unos días, la corresponsal en Moscú de la cadena británica Sky News, una periodista tan solvente como Diana Magnay, formuló al presidente Putin dos preguntas. Le preguntó si invadiría Ucrania o cualquier otro país soberano o si ello dependería del resultado de las negociaciones en curso. También le pregunto qué es lo que Occidente no entiende en relación a Rusia y a sus intenciones.


Vale la pena tratar de localizar el vídeo de esa rueda de prensa que, por cierto, ofrece subtítulos que reflejan una traducción fiel al español de la respuesta de Putin en lengua rusa, lo que no es habitual, pero lo que realmente vale la pena es analizar la respuesta que dio el presidente de la Federación rusa.


En relación con Ucrania, Putin empezó asegurando que su respuesta no dependerá en ningún caso del resultado de negociaciones, sino única y exclusivamente de consideraciones relativas a la seguridad de su país. A este respecto, recordó que mientras Rusia no tiene silos con misiles nucleares estacionados cerca de las fronteras de Estados Unidos, la OTAN sí los tiene junto a las suyas y, además, en diferentes países. La expansión de la OTAN hacia el Este incumplió un compromiso contraído en los años noventa del siglo pasado y la Federación rusa tiene hoy toda la razón en denunciarlo. También explicó que Ucrania fue una creación de Lenin en 1922 consagrada en la constitución de 1924. Conviene recordar que, históricamente, Ucrania fue el germen de lo que llegaría a ser Rusia y que los antiguos "rus" de Kiev fueron sus primeros moradores, nada arrogantes por cierto, porque en la Crónica nestoriana se cuenta cómo pidieron a los vikingos para que les gobernasen "porque nosotros no sabemos gobernarnos".


Putin ha recordado que uno de los ayudantes del presidente Woodrow Wilson afirmó en 1919 que el mundo sería más tranquilo si la Gran Rusia se desmembrara con una gran Siberia al Este y con tres o cuatro estados independientes al Oeste; pues bien, Putin señala que "en 1991 nos dividimos en doce partes, pero parece que a nuestros socios occidentales les pareció poco y siguen considerando a Rusia demasiado grande. En los años noventa, mi país hizo esfuerzos muy considerables para establecer relaciones normales con EEUU y Occidente. Especialistas norteamericanos visitaron nuestras instalaciones nucleares y trabajaron en ellas incluso miembros de la CIA. ¿Por qué no consideraron a Rusia como un potencial aliado? ¿Por qué ha habido cinco expansiones sucesivas de la OTAN hacia el Este? ¿Qué lo que no entienden? Es muy fácil de entender: se trata, simplemente, de nuestra seguridad".


Como me señala un amigo y compañero, antiguo embajador de España en países de Europa Central y Oriental, "Occidente cometió un error fatal: confundir la derrota del comunismo con la de Rusia. Al revés de lo que supuso el éxito de Metternich en 1815, cuando se aplastó al bonapartismo pero se dejó intacta a Francia y se la incorporó a la primera línea del Concierto de las naciones de la Europa restaurada, algo que se tradujo en cien años de paz y prosperidad". No hay que olvidar que la política con mayúsculas sólo puede hacerse desde un conocimiento profundo de la Historia, so pena de incurrir en dislates de consecuencias aciagas. A este respecto, una compañera que estuvo destinada en Moscú me señala lo siguiente: "En éste, como en otros asuntos, estamos demostrando una falta de sentido de la realidad verdaderamente llamativa. Nunca he entendido si ha sido resultado del desconocimiento o de una absoluta ligereza o frivolidad. Hasta detalles como mandar de Embajador de la Unión Europea a Moscú a un diplomático báltico ...".


Resulta difícil no estar de acuerdo con el planteamiento que Putin desarrolla. Por eso, he consultado con varios compañeros para contrastar sus opiniones sobre este texto mío y me ha llamado la atención que los que han estado destinados en Moscú, -en la antigua URSS o en la actual Federación rusa- o en países del Centro y Este de Europa me han dado su conformidad, mientras otros, que no han estado destinados en ellos, objetan hechos que, pudiendo ser objetables, se me antojan inconsistentes: básicamente, se reducen a destacar que la actual Federación rusa no es una democracia plena, como si la ucraniana lo fuera. Estoy de acuerdo en que la actual Federación rusa dista mucho de ser una democracia consolidada como la británica, pero supongo que nadie me negará que, en el pasado, Rusia nunca había tenido un nivel de calidad democrática como el actual, por deficiente que hoy pueda ser. El hecho de que quienes habitan en un país cuyo gobierno cuenta en su seno con ministros comunistas y con el apoyo parlamentario de epígonos de asesinos terroristas alegue poca calidad democrática en la Federación rusa como pretexto para justificar acciones y sanciones injustificables e incluso contraproducentes se me antoja un auténtico sarcasmo. Vender comunismo con sede rusa es un error intencionado pero contraproducente y la pregunta debe ser ¿a quién beneficia? (qui prodest?). A Europa ciertamente no.


Pero, volviendo a las afirmaciones de Vladímir Putin ¿Qué es lo que no entendemos en relación con Rusia y a sus intenciones? ¿El hecho de que le preocupe su seguridad? De ser así, me temo que mal vamos con una Rusia mutilada y resentida mientras el comunismo que enterró vuelve a resucitar por doquier.

Comentarios

  1. Ni soy Embajador, ni político ni periodista, pero como soldado, que sí sigo siendo, creo que la mejor victoria está en tus palabras querido Melitón. Entender lo que se juega Europa parece que no entra en la política europea actual que no sabe que el concepto de Europa no acaba en las fronteras ahora llenas de tanques de la OTAN, sino que va más allá y que es distinto el punto de vista desde Portugal que desde Polonia. Mejor sentarse con Putin y ver donde está el futuro de Europa: juntos y no enfrentados. Otro enemigo vendrá que juntos nos hará. Es historia.

    ResponderEliminar
  2. Soterrados los problemas con la pandemia, se van desperezando...

    ResponderEliminar
  3. En parte estoy de acuerdo con las opiniones vertidas en este artículo, pero hay cosas que no entiendo. ¿Qué países occidentales cercanos a Rusia tienen silos con misiles nucleares? ¿Francia, el Reino Unido? Ucrania los tenía, pero renunció a ellos a cambio de las garantías de seguridad ofrecidas por Rusia y ya vemos cómo les ha ido con su vecino... En cuanto a lo de designar embajador a alguien de los países sojuzgados por la URSS... No entiendo cómo puede ofender a Rusia que he renegado del comunismo y sin duda se trata de una persona que domina el idioma y conoce las costumbres de los rusos... ¿A quién habría que mandar? ¿A Borrell? Ya nos estarían lloviendo los misiles nucleares que los rusos si tienen cerca de nuestras fronteras. Además si para algo han servido las armas nucleares, hasta ahora, ha sido para evitar la tercera guerra mundial.
    Por otro lado Rusia no anda sobrada de medios, no hay más que ver su Pib y la cantidad de conflictos en los que está enzarzada, por no compara sus infraestructuras o la calidad de vida de su población, para arriesgarse a una guerra más grande. Y con China acechando a su espalda...

    ResponderEliminar
  4. Muy interesante. Nunca leeremos este tipo de opiniones en ningún medio de comunicación del "régimen" Gracias

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog