La gran jugada


He recibidor por whatsApp el texto que, traducido, reproduzco a continuación:


De nuestro amigo ginebrino Stéphane Barbier- Mueller:


Se están quitando las máscaras: en Bruselas, el presidente Biden prometió a los europeos ayudarles a deshacerse del gas ruso (limpio y barato) entregándoles gas de esquisto (ultracontaminante y más caro). Demasiado amable. Ese era el principal objetivo de los estadounidenses cuando azuzaban a los ucranianos contra los rusos. El otro era, de forma más general, enemistar permanentemente a Europa Occidental y Central con Rusia, para evitar que estas dos potencias complementarias se dieran cuenta de que juntas podían liberarse del Tío Sam y vivir mejor. Eso también se ha llevado a cabo.


Y ahora, como guinda del pastel, los buenos vasallos europeos se abalanzan sobre los fabricantes de armas estadounidenses para comprarles armas por valor de decenas y decenas de miles de millones de dólares.


Eso es lo que llamamos un pleno.


La buena noticia es que Estados Unidos, ahora totalmente saciado, esperemos que acepte que ucranianos y rusos firmen un armisticio y dejen de luchar.


Los europeos contemplarán con asombro los daños que sufrirán sus economías (gas más caro tras una probable escasez, empresas que contemplan la pérdida de mercados en Rusia, enormes gastos militares) y quizá se den cuenta de quién es el verdadero jefe. Demasiado tarde.

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