El regreso del Rey

El regreso del Rey Juan Carlos de su expatriación en Abu Dabi ha provocado multitud de artículos y comentarios, la mayoría de los cuales se han referido a cuestiones tan irrelevantes e intrascendentes como la denominación de Sangenjo.

Ayer, Juan Manuel de Prada utilizó el pretexto de una relectura del Rey Lear shakespeariano para escribir un artículo valiente que no deja en buen lugar al hoy Rey Felipe VI sin mencionarlo en ningún momento.

Este domingo, el director de ABC ha dedicado al tema una tercera que parece transcripción de un borrador elaborado en Zarzuela y mezcla juicios certeros con errores de hecho flagrantes. También Ignacio Camacho ha dedicado al tema su columna en un texto que pretende ser ecléctico pero no lo consigue. Quien no ha pretendido serlo ha sido Alfonso Ussía en su habitual columna en "El Debate" aludiendo a "... los silencios y las frialdades de la Zarzuela. Porque una cosa es la prudencia, y otra muy diferente, el hielo. Mientras tanto, nada nos queda pendiente que no sea desear que el mejor Rey de la Historia de España disfrute de las migajas de sus dos días de permiso en suelo de España, y que tengamos vida dentro de dos años para recibirlo de nuevo en Sangenjo, que va a terminar recordándonos a Estoril. Sin Franco en el poder. Con su hijo en la Zarzuela".

El artículo de Ussía ha provocado nada menos que 156 comentarios de los lectores, de los que entresaco los siguientes:

"En la Zarzuela vive la Reina del Hielo, ¿qué se puede esperar?, la que ordena y manda en casa. Pues eso".

"Sigo opinando que Felipe VI es un pelele en manos de los sociatas y ha demostrado no tener agallas ni para tomar la mas mínima decisión y cantarle la gallina a estos canallas.

¿Se habrá enterado de que es el Jefe del Estado y Capitán General de los Ejércitos?

Por favor, que alguien se lo comunique de una vez ..."


"Duro artículo, sin dejarte nada ni a nadie, quizás veladamente, ataques a la modelo musculosa, la mejor amiga de Pedro el indecente".


"Don Juan Carlos, aquí tiene a sus amigos socialistas haciéndole la vida imposible.

Ah, y a la colaboradora necesaria Doña Leticia.

Todo ello con el visto bueno de Su Majestad.

Realmente penoso".

"La Zarzuela está bordeando la complicidad con el despropósito."

Tal vez el más atinado porque va al fondo de la cuestión sea el de un tal Barxán que reza así: "Pena que una mayoría de los comentarios se centren en la denominación de la localidad que acoge al Rey. Lo importante es que al Rey Juan Carlos no se Le perdona que garantizara la continuidad nacional y eligiera la reforma frente a la ruptura, lo demás son falsos pretextos. No sorprende el odio y revanchismo de quienes no ocultan su intención de imponer la revancha, pero sí duele y avergüenza la deslealtad e ingratitud de quienes todo Le deben y la tan bien descrita frialdad, dicho suavemente, del Palacio del Hielo, quiero decir de la Zarzuela ".

Hace dieciocho años, a raíz del empecinamiento del entonces Príncipe heredero en contraer matrimonio con una ciudadana española locutora de profesión y divorciada, escribí un artículo en el "Diario de Mallorca" defendiendo el derecho de Don Felipe de Borbón a hacerlo ... previa renuncia a sus derechos sucesorios. Como es sabido, el matrimonio se celebró en la catedral de la Almudena. De aquellos polvos, estos lodos, dicho sea en el sentido literal del proverbio.

Comentarios

  1. Éstos son tiempos difíciles para los españoles, y no creo que recibiendo la Monarquía críticas desde la derecha y la izquierda, nos vaya a ir mejor. Esto es un episodio pasajero que no debería tener mucho recorrido, espero.

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  2. Un hijo debe visitar a su padre, si está donde él ha ido, y acudir a esperarle allá donde llegue. Lo demás no es excusa. Esos defectos retratan a un persona sin personalidad como hijo y como Jefe de Estado, sobre todo cuando no hay razón que justifique sus referidas inacciones, ni que ejerza como verdadero Jefe del Estado.
    Su padre, en éstas, habría convocado en la Zarzuela a todos, les habría leído la cartilla y a trabajar por España no por sus intereses personales y los de familiares y amigos.

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  3. Sabiendo que la institución monárquica tiene numerosos enemigos declarados, sea cual sea su comportamiento, los que piensan que dicha institución es necesaria para la estabilidad de España no pueden quedar callados. Deben apoyarla tanto por el bien común como por contrarrestar las voces de los enemigos.
    C.C.

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  4. Flaco favor se hace a España si pasamos de puntillas por este asunto. El cáncer son: Moncloa y y Zarzuela. Ya está bien de echar la culpa a Pedro Sánchez; los verdaderos culpables son los que permiten que el felón "Antonio" esté destruyendo España, y por el momento el ciudadano Felipe de Borbón está siendo su gran aliado.

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