Elecciones en Andalucía


En el país en el que un tal Pedro Sánchez puede llegar a presidente del gobierno no debe extrañar que un tal Moreno Bonilla, diplomado en protocolo (!) y de profesión sus sonrisas pueda llegar a presidir una comunidad autónoma. El diplomado ha convocado elecciones y se dedica a ningunear al único partido que puede facilitarle la gobernabilidad pero dice que no quiere "coaliciones de líos" y que con "dos partidos en las antípodas no hay forma de entenderse". Calificar a Vox de "partido en las antípodas" del suyo es olvidar que el uno surgió de la tibieza del otro.


El Partido popular quiere hacer historia en Andalucía cosechando, por primera vez, una mayoría que supere a la suma de todas las formaciones de izquierda del arco parlamentario: la meta son los cincuenta escaños. Y para Moreno Bonilla de la Sonrisilla está diseñando una estrategia que pasa por convencer a los votantes socialistas de que no hay ninguna intención de introducir a Vox en San Telmo, con órdagos como una hipotética repetición electoral en la que ni él cree. Su discurso está repleto de guiños a la moderación. De hecho, asegura que su vocación pasa por construir un "gran proyecto de centro reformista y liberal en el que cabe todo el mundo", salvo el partido en las antípodas, hay que suponer. El candidato popular defiende que "tanto los problemas como las soluciones no tienen color político", una afirmación que en un país más serio y menos trágico le descalificaría para siempre. Considera que a cinco diputados de la mayoría absoluta y superando a todas las formaciones de izquierdas, quedarían desarticuladas las intenciones de Macarena Olona de formar parte del Ejecutivo andaluz. Por considerar que no quede, pero Vox ya le ha advertido que "votarán no" a la investidura de Moreno si no están en el gobierno. Él apela a una "mayoría serena, que no chilla" y reclama el voto de los socialistas descontentos con un PSOE que "ya no es lo que era". Sobre la hipotética vuelta a las urnas en caso de que tras el domingo electoral no le den los números, reitera: "si mañana un grupo me impone cosas con las que yo no voy a estar de acuerdo, ese gobierno no es viable".


Una de sus promesas electorales del siplomado ha sido la creación de dos actividades extraescolares gratuitas (estudio asistido y deporte) para la educación pública, permitiendo así que los menores permanezcan en los centros hasta las cinco de la tarde y fomentando la conciliación de las familias.


Creo que con esos mimbres, la enésima refundación del PP, una vez más en manos de un político gallego, no parece que vaya a arrasar en futuras elecciones.


Comentarios

  1. "...es olvidar que el uno surgió de la tibieza del otro". Frase que refleja una realidad incontrovertible.
    No sé si tienen miedo o envidia...

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