El aborto ya no es un derecho en Estados Unidos

La Ley sobre Edad Gestacional de Mississippi establece que "excepto en caso de emergencia médica o de anormalidad fetal grave, una persona no podrá realizar intencionadamente o a sabiendas o inducir el aborto de un ser humano no nacido si se ha determinado que su posible edad gestacional es superior a quince semanas". Una clínica de abortos, Jackson Women's Health Organization y uno de sus médicos impugnaron dicha ley ante el Tribunal Federal de Distrito, alegando que violaba los precedentes que establecieron el derecho constitucional al aborto, en particular en los casos Roe v. Wade y Planned Parenthood of Southeastern Pennsylvania v. Casey. Las autoridades de Mississippi defienden la citada ley sobre la base de que los casos Roe y Casey se decidieron erróneamente y que es constitucional porque satisface una revisión de base racional.

El Tribunal Supremo de los Estados Unidos acaba de decidir que "el aborto presenta una profunda cuestión moral. La Constitución no prohíbe a los ciudadanos de cada Estado regular o prohibir el aborto. Roe y Casey se arrogaron esa autoridad y anulamos sus decisiones para devolver esa autoridad al pueblo y a sus representantes elegidos. La sentencia del Quinto Circuito es revocada y el caso es devuelto para que se lleven a cabo nuevos procedimientos consistentes con esta opinión.".

Ha sido ponente Samuel Alito y a su decisión se sumaron Clarence Thomas, Neil M. Gorsuch, Brett M. Kavanaugh y Amy Coney Barrett. Clarence Thomas y Brett M. Kavanaugh presentaron opiniones concurrentes. El Presidente, John G. Roberts, Jr. (Chief Justice), también presentó una opinión concurrente. Stephen G. Breyer, Sonia Sotomayor y Elena Kagan presentaron opiniones disidentes.

Dejo para otro día el análisis jurídico de un texto de 213 páginas para poder estudiarlo más profundamente; en mi opinión, es muy importante por el tratamiento que da al principio "stare decisis", en virtud del cual los jueces deben fallar atendiendo a resoluciones similares dictadas anteriormente, en este caso las sentencias Roe y Casey. 

También dejo para otro momento la consideración de la práctica del aborto en España desde un punto de vista moral pero también simplemente demográfico, por cuanto el número de solicitantes de adopción supera ampliamente el de abortos.

No quiero dejar de señalar que se trata de un triunfo del denostado Presidente Trump, antiabortista decidido, a diferencia del católico abortista Biden, tal celebrado por el Papapampero de Roma.