El paseo imprevisto

Franz Kafka

Traducción del alemán de Melitón Cardona


Si por la noche uno parece haberse decidido por fin a quedarse en casa, se ha puesto una bata, después de la cena se ha sentado junto a la mesa iluminada dispuesto a hacer aquel trabajo o a jugar aquel juego tras cuya finalización suele irse a dormir; si el tiempo es tan malo afuera que lo más natural sería quedarse en casa; si uno ya ha pasado un rato tan largo sentado tranquilo junto a la mesa que irse provocaría el asombro general; si la escalera está a oscuras y la puerta de la calle cerrada con llave y si, a pesar de todo, uno se levanta con una repentina inquietud, se quita la bata, aparece inmediatamente vestido de calle, declara que tiene que irse y lo hace tras una breve despedida; si uno tropieza con más o menos problemas según la rapidez con la que cierra la puerta del piso; si, en la calle, uno se reencuentra poseedor de miembros que responden con especial agilidad a esa libertad inesperada que uno les ha dado; si mediante esta sola decisión uno siente concentrada en sí toda su capacidad de decisión; si uno se da cuenta, con mayor importancia de la habitual, de que tiene más fuerza de la necesaria para provocar y soportar el más rápido cambio con facilidad y si uno va así corre por las largas callejuelas de esta manera, entonces uno, por una noche, se ha separado completamente de su familia, que se va esfumando hacia la insustancialidad, mientras uno mismo, bastante sólido, negro de contorno, golpeándose los muslos por detrás, se yergue en su auténtica estatura. Todo esto se intensifica más aún si a estas altas horas de la noche uno se dirige a casa de un amigo para ver cómo le va.


Nota: el cuento refleja una situación vital típica de Kafka, la relación con su familia, en cuyo seno pasó la mayor parte de su vida, sintiéndose un extraño incomprendido. Rara vez hay historias de éxito en Kafka. Eso y la proximidad con el relato "En la galería" (en el que también la trama comienza con una larga estructura de frases condicionales, pero esta vez en lo irreal) deberían hacer que el lector se interrogara sobre tales situaciones, aunque en este relato, la estructura de las oraciones condicionales podría confundirle.

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