Una novela muy recomendable


En los tiempos que corren, en los que pigmeos literarios de los que proliferan en nuestro país pasan por escritores de prestigio, sorprende agradablemente descubrir la obra de Amor Towles, un novelista norteamericano que se graduó en el Yale College, se licenció en inglés en la Universidad de Stanford y durante dos décadas trabajó como gestor de inversiones y director de investigación del Select Equity Group de Nueva York. El impresionante éxito de su primera novela, Rules of Civility (Normas de Cortesía), que vendió millones de ejemplares, le permitió dejar su trabajo en el mundo de las finanzas y dedicarse a tiempo completo a la escritura.


El cardenal Newman escribió: "Es casi la definición de caballero decir que es aquel que nunca provoca sufrimiento". En una novela extraordinaria, titulada "Un caballero en Moscú" (yo hubiera traducido "Un señor en Moscú", porque de señorío trata la novela) se relata la vida de un conde ruso que vuelve a su país después de la revolución, es condenado a arresto domiciliario en el lujoso Hotel Metropol, aunque no en su suite de siempre sino en una buhardilla, y termina ejerciendo como jefe de camareros en uno de sus restaurantes. Pese a haber matado a un húsar aristócrata que se permitió mancillar el honor de su hermana, el conde es un ejemplo de un perfecto señor que acepta su destino sin un reproche y que, en la medida de sus posibilidades, procura hacer el bien a su círculo de amigos y conocidos. En un momento dado, tiene la posibilidad de matar al despreciable director comunista del Hotel antes de que lo denuncie a la KGB por planear fugarse del país, pero se abstiene de hacerlo y cuando un funcionario de la policía política le confiesa a su jefe su estupor por el hecho de que no lo matara, éste le responde que no lo hizo "porque no era un aristócrata como él".


La novela relata el esfuerzo de un aristócrata por ganar una comprensión más profunda de lo que significa ser un hombre de propósito. Inesperadamente, sus peculiares circunstancias le abren la puerta a un mundo más amplio de descubrimiento emocional que Towles describe con un tempo que ya quisieran muchos de esos juntapalabras que hoy pasan por novelistas de prestigio.


Recomiendo la lectura de una de las novelas que más me han conmovido en los últimos años tanto por su perfección estilística como, sobre todo, porque consigue retratar los más íntimos sentimientos de una persona que, en circunstancias muy adversas y nada parecidas a las de su infancia y adolescencia, sobrevive ateniéndose al código de valores que se le inculcó en su edad temprana. No creo que ningún lector me reproche esta recomendación.

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