Vasco de vasta visión


Que alberga esperanzas vanas en los confines de un sueño que empieza por la mañana y termina al empezar en cuanto canta la rana, lo que se pierde se gana y al vino pan y empanada, anticipos generosos de ayer tarde mi brigada o los nuevos boletines que pueblan la madrugada y si amanece más temprano no hay que llevar de la mano cocos en cuencos vanos ni corresponder a las injurias con halagos pertinentes ni sembrar discordia vana en aras de vida sana para que la fiesta en paz del rosario de la mora se frustre sin mucho lustre en un recinto lacustre o no siempre ha de gustar llover augusto de todos Los Santos justos y los perros son injustos en las tardes de ocio y vicio porque el que Pedro lo bendiga no introduce incandescencias o santísimos limones en tremendas procesiones que recorren en Santurce viacruces y paradas en rutas descabelladas por cuestas muy empinadas al pan vino y nunca nada conduce A Coruña en taxi en la próxima parada. Porque debe saberse que el poeta italofrancés y vano se ha extraviado irremisiblemente en Almendralejo de camino a Silesia por el desvío de las tres en punto de sal. Hay evocaciones que no conducen a todo y desesperanzas que colman ambiciones adicionadas y pesares presurosos que no conducen a todo lo que nunca fuera nada al borde de la ensenada. De lo que no cabe deducir que sea la indecencia guía de sabia virtud ni conduzcan los señores a los caminos De Dios ni las higas son soperas ni las mañanas de canto procuran paz y solaz ni los trinos apacientan la inquietud del que es paciente y generoso son las cosas de comer en soledad. Vascos desconsiderados ignoran lo que siempre han sabido que nunca ha sido posible y fue definitivamente derrotado en Numancia antes de ayer por la mañana a las puertas de la Alhambra. Nunca se supo que por mucho temporizar amaneciera temprano ni que las peras, las higas y los jinetes paganos deshojaran almanaques de los príncipes cristianos. Tampoco hay que creer juntas puntillas a pie o ya no se cose a mano o si me tiembla el hermano no cejaré en el pequeño de comerme por la mano o la sueña es vía y Calderón de la Barca es muy dueño de su arca, pero se empeña en pignorarla y hay quien le convence de que es sensata la espera de mejores circunstancias y esperanzas y bananas que no conducen a toda la nada dada ni al comercio de granada o la mayor ponderación de circunstancias, sobres, venidas de pon y quita y quinta definición. Con gregarismo se alcanza santidad y beneficencia, convivialidad y temibles atracones de alcaparras o ensaladas de pepinos coronadas de caballa.


No sería razonable terminar sin empezar a recordar una vez más la visión vasca esencial que alimenta la esperanza de una justa castidad y de húmedas presunciones aritméticamente inexactas pero prometedoras y justas. Sicilia eterna, llana y decididamente ya, vocacional y germana, mañana por la mañana se verá.


Ocho de ciencia del milenio almibarado lunar.

Comentarios

  1. Muy enjundioso. Mientras el Racing lucha y no mete gol yo me carcajeo por no poder mas con el regodeo de las lechugas. Es que así son los domingos, olé.

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