Las diez de últimas
Cántico moral telúrico y abismal
Veo con agrado que agrado y agradezco dicho agrado. El agrado se agradece y el que agradece es graduado. Hay que ver cómo ha quedado este hermoso pareado y me falta emparedado pero veo que me he enredado y se trata de ir al grano.
Sólo hay un inconveniente y es que me piden solvencia, coherencia y seriedad, petición sabia y sensata que no sé cumplimentar. Con ejemplares cristianos como los que nos gastamos hablar en serio es en serio cuestión de temeridad. Véase al ministro Albares, obsérvese al antropoide, admírese a doña Cuca, compruébese la oratoria de los padres de la potra, del admirado Patxito, que de la nada hace nada y de tantas señoritas que trinan, tronan y traman elogios evanescentes de los amos que las aman. ¿Hay quién dé más?
Cantamañanas, pelanas, ignorantes y fulanas, la colección memorable de truhanes y truhanas hace que tomar en serio este memorial de ranas se convierta en un trajín que no hay quien lo trajinara. Si yo pudiera lo haría, pero me siento sin fuerzas de tratar cuentos y cuentas de mastuerzos y mastuerzas.
El Boletín del Hestado, el Eraldo de Haragón, la Biblioteca Hilustrada, el mismísimo Copón, la Colegiata, el Sahumerio, el Santísimo Pañal, el Pilar de Zaragoza, los Mossos, el Faraón, la Verde Luna Amarilla y ya no sé si el mismísimo venerado Almazor.
Cuentan que dicen que saben que hay colmenas, colmenares y cánticos por millares que no sé reproducir y no sé cómo acabar lo que tengo que decir.
Aleluya y ole ya, que llegue la Navidad.
Albares !!!!!!!!!! Jajajaaaaaaaaaaaa
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